Desde ese último naufragio en tierra, aquel mar de que les hablo, naufragado y solo, soñaba todo el tiempo ser llanura, encresparse como una cordillera, amarronarse en polvo, serenarse alto como una meseta, pero sobre todo y más que nada, sostener con firmeza aquella casita de techo blanco entre un jardín de violetas.
viernes, 6 de febrero de 2009
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Aqui estoy siguiendo sus huellas....
ResponderEliminarLa esperan con ansais en la noche Ginebrera...
le deje a Urrus su blog anterior pero no se si habra llegado a verlo...
de todos modos... aunque tenga q saltar de charco en charco, todos sabemos con certeza, como encontrar a la "que vuela"....
Espero q esta locura se acabe... y le dejo un beso enorme.
Lilya
p.d: dakmor@msn.com (por si acaso)
Gracias por visitar mi blog! ahora voy por el tuyo.
ResponderEliminarmi querida Lilya, te agradezco lo de urru y tambien por venir aqui a visitarme, soy de vuelo corto, viste=
ResponderEliminarSeguire por estos lares, me alegra mucho recibirte. Un abrazo.
sisi, te visito siempre, mimi. Es un aire fresco lo tuyo, gracias.
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